domingo, 9 de febrero de 2014


 
 
DE PUNTA EN BLANCO
 
 
Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos, los suyos. Desde hoy se acabó ser criada de nadie, en aquella casa estaban todos acostumbrados a levantarse de la mesa y pasar al salón, hacerse los remolones para no poner ni la cafetera y dejar la cocina empantanada. Por eso cuando Virtudes apareció de punta en blanco, con su bolso de Tous en bandolera, los cuatro miembros de su familia “esposo y tres hijos “pensaron que algo grave ocurría. –Queridos- dijo en tono jovial, que he quedado con unas amigas para tomar café, y ya llego tarde.
 
MARIA  ADELA



 
Para mi nieta que esta empezando a tocar el piano
 
 
 
CARMEN  SOLO TENIA  SIETE  AÑOS.
 
 
Había brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola. Carmen, se acercó a él y pudo sentir el hechizo  de la música. Acarició  con sus pequeños dedos las teclas, y una suave melodía invadió el huerto. “Para Elisa” Beethoven  la había compuesto para Elisabeth Röckel, de la que había  estado enamorado. Las notas de aquel singular piano, zarandearon   las ramas de los naranjos  que poblaban el huerto,  la madre selva lloraba,  y el galán de noche la invitó a bailar. La música prendió el huerto para siempre. Y en Carmen, que solo tenía siete años.