viernes, 19 de noviembre de 2010

Perdon.




Perdón por contarles una historia tan denigrante,
Es la historia de mi vida, que ha sido un desastre,
Lo conocí con quince años, y amor eterno, me prometió,
 Viví un infierno.  Pronto Llegaron  los celos,
¿Dónde te metes?
Empezaron las palizas embarazada,
Disimulaba los golpes con maquillaje,
Perdonaba todos los días humillaciones,
Él, me pedía perdón, esta es la última.
Pero al día siguiente más, hasta no sentir dolor,
Y la vida se me va, se me va y no habrá solución.
No quiero ser la siguiente, que aparezca en una lista,
Ni quiero que con mi nombre, se rellene en una tele,
Un programa por la tarde. Yo quiero seguir viviendo.
Quiero criar a mis hijos, y quiero que la justicia encierre
A esos mal nacidos, y luego tiren las llave.
Yo quitaba las denuncias, porque él me amenazaba,
Y le dejaba a los niños, y lo metía en mi casa.
Mañana, abrirán  informativos, lo dirán en los programas,
Contarán que hallaron muerta a otra mujer, y  nadie habrá hecho nada.

MARIA


            María se mueve por la cocina, mondaba patatas para hacer una tortilla.

Su cuerpo se estremece al escuchar el ruido de la llave en la cerradura, el miedo lo

Invade todo, y ruedan por el suelo las patatas y el cuchillo, siente su aliento en el

Cuello y una mano en la nuca que le obliga a mirarlo. Él ha cogido el cuchillo del

Suelo y lo conduce con desprecio hacia su propio vientre, -si yo fuera tú-, le dice

Poniendo sus manos con violencia sobre el acero, -empujaría- y ella obedeció,

Siempre lo hacía.