UNA FOTOGRAFIA
Se las veía,
cogidas de la mano, en aquella fotografía añeja, que ocultaban, como quien
oculta un delito. Durmió, quien sabe dónde, hasta que se rebeló y despertó un
buen día. Se la hizo un fotógrafo de esos que iban por las casas, allá
por los años cincuenta. La guardaron, y nunca más volvieron hablar de ella. Las
dos, habían perdido los mejores años de sus vidas, escondiendo el amor que sentían, la una por la otra. Las
dos habían dejado en el camino, muchos sueños sin cumplir. Años de fingir ser
solo amigas, de miradas furtivas, de una leve caricia, de un roce prohibido en la oscuridad de un cine, o debajo de un mantel. De caminar, sin saber a
dónde les llevarían el camino. De no querer saber lo que se dice a su paso.
Pero ya no eran las dos mujeres hermosas, que se
asomaban desde aquella fotografía, ni
siquiera se reconocían en ella. Hoy eran
dos ancianas, que no les daba miedo, cogerse de la mano.
Muy buen trabajo amiga. Eres¡¡¡Genial!!!
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