domingo, 14 de abril de 2013


 

 

UNA  FOTOGRAFIA

 

 

Se las veía, cogidas de la mano, en aquella fotografía añeja, que ocultaban, como quien oculta un delito. Durmió, quien sabe dónde, hasta que se rebeló y despertó un buen día.  Se la hizo  un fotógrafo de esos que iban por las casas, allá por los años cincuenta. La guardaron, y nunca más volvieron hablar de ella. Las dos, habían perdido los mejores años de sus vidas, escondiendo  el amor que sentían, la una por la otra. Las dos habían dejado en el camino, muchos sueños sin cumplir. Años de fingir ser solo amigas, de miradas furtivas, de una leve caricia, de un roce prohibido  en la oscuridad de un cine,  o debajo de un mantel. De caminar, sin saber a  dónde les llevarían el camino.   De no querer saber lo que se dice a su paso. Pero  ya  no eran las dos mujeres hermosas, que se asomaban  desde aquella fotografía, ni siquiera se reconocían en ella. Hoy  eran dos ancianas, que no les daba miedo, cogerse de la mano.                                            

1 comentario: