jueves, 14 de marzo de 2013


 


NADA MAS QUE NARANJAS

 

Le echo una ojeada a la lista de la compra. Patatas, leche, pan, mantequilla, carne, fruta, verduras, etc., etc., etc., si se me olvida algo, bastará con dar una vuelta por los pasillos del súper, para recordar las viandas que no están apuntadas en la lista de la compra. El carro, (todo un clásico) si tú quieres ir al pasillo de la derecha, sus ruedas giran, hacia el pasillo de la izquierda. Pareciera que los carros de los supermercados tienen vida propia. Como si estuvieran  adiestrados para no obedecer. De pronto recordé, que también necesitaba naranjas. Y como un  gigantesco vómito, estaban por todas partes. En el pasillo de la carne, naranjas, en el de los lácteos, naranjas, en el de los licores, en el de la fruta, verdura, pescado, legumbres. Hasta en los estantes del pasillo, de los artículos de limpieza estaban las naranjas.  Diminutas cabecitas, hacinadas en estantes que me miraban con ojillos asesinos, sedientos de venganza por la afrenta que le habíamos infringido los Españoles a su hermano, naranjito, ese engendro del mundial 82.

Al despertar comprendí, que aquel sueño había sido fruto de la resaca, producida por la nueva derrota, que como siempre nos había  apeado de cuartos. ¿Algún día ganaremos un mundial?

 

 

2 comentarios:

  1. Amiga, me gustan tus naranjas. Un beso grande.

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  2. jajaja. Muy bueno amiga. Menos mal que el quedarnos en cuartos es una maldición del pasado...por ahora.

    Un abrazo.

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